Los cambios introducidos en noviembre de 2021 redireccionaron las utilización de la tarjeta desvirtuando sus objetivos iniciales, anunciados en su lanzamiento.
AlimentAR es una tarjeta que originalmente fue pensada para que “todos los argentinos puedan acceder a la canasta básica alimentaria ya que permite a las familias en situación de vulnerabilidad social comprar todo tipo de alimentos en cualquier comercio, almacén, supermercado, feria o mercado popular”, según consta en publicaciones oficiales.
Desde su lanzamiento y hasta noviembre de 2021, efectivamente se cumplieron los objetivos del proyecto ya que los beneficiarios la utilizaban, prácticamente en su totalidad, para comprar alimentos en comercios formales.
Pero a partir del mes de noviembre de 2021, cuando el monto de la Tarjeta AlimentAR pasó a ser depositado en la misma cuenta y con el mismo cronograma de pago de la Asignación Universal por Hija o Hijo, la Asignación por Embarazo y/o Pensión por Madre de 7 Hijos, el sistema se desvirtuó completamente.
Esto es así porque, a partir de ese momento, se permite que el monto de lo depositado sea retirado por cajeros bancarios y en consecuencia no existe ningún tipo de control sobre el destino que se le da al mismo.
El impacto fue inmediato en las ventas de los supermercados que forman parte de la Red Súper Argentinos, integrantes de CAS y FASA, con caídas promedio del 86% como se puede apreciar en el siguiente gráfico.
El efecto negativo del cambio introducido es muy amplio ya que no solamente afecta al comercio formal, sino que impacta directamente en los ingresos por IVA e Ingresos Brutos del Estado Nacional y de los estados provinciales, al canalizarse los fondos principalmente a través de comercios informales y otros canales que no abonan impuestos.
Los directivos de CAS y FASA están realizando intensas gestiones para revertir esta lamentable situación.